Desde aquí queremos animar a la reflexión sobre el fenómeno de los vinos naturales. Para ello primero vamos a explicar el concepto.
Aunque el vino como tal ya se define como un producto natural obtenido de la fermentación de uva, existe una corriente cada vez más extendida que habla de vinos denominados como Naturales. Este termino nos quiere transmitir la importancia del impacto de la naturaleza en este tipo de vinos, predominando así la variedad, el clima, el suelo, etc.
Qué necesita un vino para considerarle Natural.
El tratamiento de la viña debe ser lo más afable posible con la tierra recurriendo a prácticas sostenibles de viticultura, como el uso de cubiertas vegetales, que además de ayudar a mantener un equilibrio de la fauna útil, colabora a dificultar la erosión del suelo. Esto es sólo una de tantas prácticas, que en otro artículo podremos extendernos más sobre ellas. El factor común de estas acciones es el trabajar manual y artesanalmente la viña al detalle aprovechando y economizando los recursos que nos da la naturaleza.
Sobre la elaboración, partimos de una fermentación espontánea con las levaduras propias del hollejo de la uva, sin ningún tipo de aditivo que ayude a dirigir, arrancar o parar la fermentación. Tampoco usaremos productos para favorecer la estabilización del producto final, tales como los sulfitos. Tras terminar la fermentación del vino, no se realiza filtración ni clarificación y se envasa en botellas de vidrio tapadas con un corcho natural.
Desventajas.
Cómo comentábamos en el apartado anterior, no llevan ningún tipo de conservante artificial ni estabilizador, lo que hace que la evolución del vino en la botella sea muy imprevisible. También tenemos que tener en cuenta que durante la fermentación no haya habido ningún tipo de intoxicación debido a alguna de las levaduras provenientes de las uvas.
Y ahora, ¿qué?
Dicho esto, podemos empezar a valorar riesgos VS beneficios, máxima expresión VS lotería de vino.
Nuestra posición.
Nosotros apostamos por los vinos naturales, pero por los vinos bien hechos, los que nos ofrecen toda la identidad del suelo, la variedad de uva y la zona de procedencia, no nos valen los vinos con defectos que pueden aparecer por una mala elaboración y que se excusan en esa supuesta naturalidad. En nuestra colección podréis encontrar vinos naturales elaborados por enólogos que conocen como nadie el terreno y el trabajo en la bodega con el objetivo de lograr vinos con personalidad propia para deleitar a sus consumidores.