Fernando Algueira, nos cuenta en su web:
"Mi primera viña: año 1979. La viña de Carballo Cobo.
El abandono, viñas olvidadas sobre estructuras de piedras que
el hombre en el pasado con sus manos ordenó hasta conseguir
hacer bancales que resisten el paso del tiempo, a orillas del río Sil,
formando un paisaje único y mágico que me atrapa,
al igual que a nuestros antepasados.
Impresionado por las cepas, desafiando la pendiente, manteniendo el
equilibrio, trabajando con el viento, la lluvia, el sol, la luna, las estrellas,
sobre un colchón depizarra, busco que las cepas puedan producir unos
miserables racimos de uva, al transformarlos en vino, nace nuestro
primer Algueira, una enorme emoción que memotiva a seguir la escalada
en la montaña, plantando y recuperando el antiguo viñedo tapado por
el bosque, apasionándome con el paisaje.
En el año 2000, fruto de esto, nace nuestro primer vino de crianza. Esta
parcela espectacular, y de escasa producción, sería ruinoso hacer un vino joven,
que en aquel momento era lo que se elaboraba mayoritariamente en la región,
con la creencia generalizada de que esta zona no podía hacer vinos de crianza, añejos y longevos. Así nacen PIZARRA y CARRAVEL.
¿POR QUÉ NO HACER UN BLANCO?
Nuestra zona, Doade, en el pasado se valoraba mucho por sus tintos, potentes y gruesos, y además también era valorado por sus vinos blancos. En la viña de Carballo Cobo, plantamos además Godello, variedad que en un suelo mineral, soleado, y con escasez de agua producía mostos estructurados y complejos ideales para hacer un vino blanco gastronómico. El resultado es ESCALADA, el primer Godello sobre lías que se hace en la viña de Escalada.
Animados por el resultado decidimos apostar fuerte por los blancos. La idea era hacer un vino joven ligero y afrutado. Es entonces cuando decido cruzar el río, huyendo de la orientación sur, y comprar suelo en la Abeleda (Ourense). En la RS apenas se plantaban por entonces variedades blancas y esta zona, con un clima fresco y suave, orientado hacia el suroeste, parecía la ideal. Adquirimos la parcela de Cortezada, lindando con el río Edo, pero estaba abandonada y cubierta de bosque. Una vez limpia y recuperados los bancales, descubrimos una auténtica joya arquitectónica. Esta Parcela tiene 20.000 m2 y el suelo está construído sobre los escombros de piedra de la carretera de Castro Caldelas; pizarra y gneis sin apenas tierra.
En esta parcela plantamos tres variedades que intuimos que podrían hacer un vino complejo: Godello (estructura), Treixadura (frescura) y Albariño (acidez). Así nace después de varios años de trabajo nuestro vino CORTEZADA: Mineral, estructurado, complejo. vino de finca, intenso, elegante."